Ir al contenido principal

Día 9 -Pequeños

Buenos días papis y mamis,
¡Hoy los Ents tomamos control del blog! Vamos a contaros como hemos vivido este domingo en el campamento. El día empezó genial con un desayuno súper rico, tan rico que la chaqueta de Miguel Ángel comió un poquito de mermelada. Después de fregar los platos y lavarnos los dientes, fuimos a celebrar misa a la iglesia del pueblo. Don Francisco presidió y nos gustó mucho que la gente del pueblo estuviera contenta de ver a tantos niños juntos.
Como después de la misa aún era muy pronto, volvimos al campamento para instalarnos de nuevo en las tiendas después de tantos días de lluvia. Algunas tiendas estaban encharcadas, como la de Gabriel o la de Diego, pero con ayuda de los monitores conseguimos hacerlo rapidísimo. Mientras tanto Sofía, Sara e Irene colocaban sus maletas, que estaban hechas un desastre.
Cuando terminamos las tareas, volvimos al pueblo a comprar chuches. Estaban muy ricas, tanto acabamos empachados de tanto comer. A más de uno se le fue de las manos y tuvo que darle todas las chuches que le había sobrado a los monitores antes de entrar de nuevo en el campamento. Sorprendentemente comimos todo los que nos pusieron, pero es normal porque la comida está buenísima.
Más tarde tuvimos tiempo libre y lo disfrutamos un montón. Lo mejor de la tarde fue irnos de marcha a visitar una ermita en medio de la montaña. Allí estaba la Virgen blanca recibiéndonos con mucho cariño. Cuando volvimos, nos duchamos para estar bien limpitos y cenar más agustito.
Por la noche tuvimos una velada en la que nos lo pasamos genial, llamada “El mamut y la Luna”. Disfrutábamos cada vez que Gimli, Gandalf y Arwen nos llenaban de magnificos premios, aunque teníamos que estar alerta para que los Nazgül no nos los arrebataran.

Despedimos el dia en la capilla, después de tres días despidiéndolo desde el polideportivo, nos consagramos a nuestra madre con el rosario y nos fuimos a la cama para descansar y asi poder disfrutar el dia de hoy que Dios nos quiere regalar.








































Comentarios

Entradas populares de este blog

Día 3 - Mayores

Llegamos a la Inmaculada y empezamos a ver a nuestros amigos de campamentos pasados, en ese momento nos damos cuenta de que volvemos a hacernos niños, como cuando íbamos al campamento de pequeños, y nos damos cuenta de que el tiempo no ha pasado y todos seguimos teniendo las mismas ganas y la misma ilusión que hace 5 años. Nos subimos al autobús y cada vez los nervios van aumentando por llegar pronto a la Acebeda. Durante el camino empezamos a recordar y a reírnos de las anécdotas de campamentos pasados, pero un poco tristes al recordar a los compañeros y monitores que este año no nos han podido acompañar en esta gran aventura. Llegamos a la Acebeda, los monitores nos guían hasta nuestros aposentos donde nos esperaban unas camas blanditas con aire acondicionado... ¡También nos habían dejado una bolsa de chuches personalizada para cada uno al borde de la cama! En realidad no, los monitores nos distribuyeron en las tiendas de campaña y este año teníamos una novedad... ¡Había una tien

De camino a casa

Ya estamos de camino, llegaremos sobre las 17:00, estamos deseosos de volver a veros, pero tristes de dejar el campamento, ha sido maravilloso, muchas gracias.

Día 5 - Mayores

Aventura en la montaña. Comenzamos la mañana con los nervios de preparar la mochila para pasar una noche fuera del campamento. Nos ayudamos unos a otros a intentar guardar el saco perfectamente dentro de su funda, a enrollar las esterillas y colocarlo todo en la mochila para poder llevar las manos vacías. Rubén, el jefe de monitores, nos da las instrucciones sobre cómo va a ser la ruta y como tenemos que hacerla, aprovechamos este momento para echarnos toda la crema posible para no quemarnos, subimos a cargar nuestras cantimploras y... ¡comenzamos la marcha! Llevamos pocos minutos andados y sólo veíamos cuestas y más cuestas y cada vez con más pendiente que la anterior, pensábamos que iba a ser nuestro fin... Lucia Chicharro no paraba de decirnos " ¡mister! ¡cambio por favor! que ya no puedo mas ". Muchos de nosotros en el primer tramo, ya casi nos habíamos quedado sin agua en las cantimploras, pero tras la hora y media más dura de la marcha conseguimos llegar al pri